Hockey: Champions Trophy

Simplemente Leonas

Las leonas llegaban a una nueva edición de la Champions Trophy ostentando el titulo de bicampeonas de uno de los torneos de hockey más prestigiosos a nivel mundial. En un torneo que se presentaba como una oportunidad ideal como preparación para la Copa Mundial a disputarse en Rosario en el mes de septiembre, Argentina hacia su debut ante la selección de Inglaterra. En enfrentamientos individuales, las leonas no caían ante la selección inglesa desde 1990 cuando en el mundial de Sydney, los europeos vencieron 1-0. Pero el debut de la Champions Trophy le mostraría la cara mas dura a Argentina. Caían derrotadas por 2-1 y se veían obligadas a obtener un buen resultado en su segunda presentación, ante la selección de Alemania. La segunda fecha ofrecería un escenario muy similar al del debut. Alemania salía a esperar al equipo argentino, esperando el desgaste ofensivo de las leonas y a buscar los goles de contraataque. El planteo no le daría tantos frutos como a las inglesas, pero Alemania se llevaba un inmerecido empate ante un equipo argentino que contó con las mejores opciones a lo largo de todo el encuentro. El resultado final era 2-2 y las posibilidades de las leonas de llegar a la final se veían seriamente comprometidas. Quedaban 3 partidos y Argentina estaba obligada a ganar todos ellos, e incluso podría llegar a depender de otros resultados. Su próximo rival seria Nueva Zelanda, una selección que había caído derrotada en sus dos primeras presentaciones. Ambos equipos buscaban su primera victoria, pero el peso individual y colectivo del equipo argentino seria demasiado para un tibio equipo neocelandés. Victoria argentina, y Las leonas se llevaban un 4-0 como empuje anímico para enfrentar el partido más difícil de la primera ronda. Enfrentarían en el cuarto partido a la selección de Holanda, siempre con la obligación de obtener la victoria. Calificado por la prensa mundial como uno de los mejores partidos de las leonas en la era Retegui, y uno de los mejores de la historia enfrentando a la selección holandesa, Argentina desplegó todo su potencial, ajustando la presión en cada una de las líneas y siendo determinante a la hora de atacar el arco holandés. La victoria final para las leonas era de 4-2, y las posibilidades de llegar a la final se hacían cada vez más palpables. De todas maneras, Argentina no dependía de si misma para clasificar. Necesitaba que o Alemania (vs. Holanda) o Nueva Zelanda (vs. Inglaterra) lograran sacarle puntos a sus rivales para darles la posibilidad a las leonas de entrar a la cancha sabiendo si podían aspirar a la final o no. Holanda vencía a Alemania 1-0, lo que dejaba toda la esperanza depositada en Nueva Zelanda, y el conjunto oceánico no defraudo. Obtuvo un gran empate 2-2 ante Inglaterra, lo que dejaba a las leonas en la esperada posición de depender de ellas mismas. Si conseguían una victoria frente a China, entonces el lugar en la final seria de ellas. Holanda esperaba en el partido definitorio. El partido ante China fue una verdadera batalla para las leonas. Las jugadoras argentinas enfrentaban a un rival inferior, pero que sin embargo siempre complica al seleccionado nacional. El bajo nivel mostrado por el equipo no ayudaba demasiado y el partido se hacia mas cerrado de lo previsto. Argentina marcaba mal en defensa y no encontraba demasiadas ideas en ataque. En el segundo tiempo, a pesar de ir en ventaja por 3-1, China desnudaba las fallas defensivas y a seis minutos del final empataba el encuentro, 3-3. Todo parecía perdido para el equipo argentino, con este resultado Inglaterra era finalista de la Champions Trophy. Pero Argentina tendría una chance más. En los últimos minutos le tiró todo el peso de su historia sobre las chinas, y acorraló a su rival. Tendría una última posibilidad a dos minutos del final, y no la desaprovecharía. Un corner corto marcaría la diferencia y, tras un amago de D’elia, Barrionuevo, quien venia marcando un gol por partido en el torneo, remataba y sellaba la victoria para el equipo argentino, 4-3. Agónico, pero merecido, Argentina se metía contra todos los pronósticos tras el débil comienzo en la final del torneo. Pero el nivel de sus jugadoras y su condición de bicampeón, obligaban al seleccionado argentino a no conformarse con lo logrado. Enfrentarían a Holanda en la final con la mente puesta en la victoria. Argentina llegaba a la final con dos bajas importantes. Claudia Burkart se perdía la final por una contractura y Alejandra Gulla esperaba en el banco por presentar un cuadro febril. El partido final fue para Argentina tácticamente perfecto. Con una inteligencia digna de un equipo campeón, Argentina se planteo en la cancha a anular a su rival, y desde allí explotar las debilidades. El dominio de la bocha no era para el equipo argentino, pero las leonas marcaron una gran diferencia en la mitad de la cancha, recuperando bochas clave y anulando ataques peligrosos. A los 9 minutos, Argentina encontraba su primer gol. Una corrida de Soledad García terminaría forzando un corner corto, especialidad en la que Noel Barrionuevo se hacia gigante. Una arrastrada al ángulo superior izquierdo de la arquera ponía en ventaja a las leonas por 1-0. Luego del gol, Holanda comenzó a dominar el juego. Con Luciana Aymar sin lograr desprenderse de sus marcas, las holandesas tenían la bocha y llegaban cada vez con más peligro. La arquera argentina, Belén Succi, salvaba la caída de su valla una y otra vez, pero finalmente, en el minuto 18, lo inevitable se hacia realidad. Holanda llegaba al empate por medio de Nelly Jonker, que definía libre desde la izquierda. A pesar de conseguir el empate, Holanda seguía siendo peligrosamente superior, y todo parecía indicar que alcanzaría la victoria en cuestión de minutos. Pero con gran inteligencia, Argentina se plantó en el campo y lanzó una contra letal con un pase largo de Rosario Luccheti para Carla Rebecchi, quien en el minuto 26 enfrentaba a la arquera y dejándola en el camino con gran categoría, definía al arco vacío y ponía en ventaja al seleccionado argentino, 2-1. Todo era desazón para Holanda. En su mejor momento, cuando controlaba todas las acciones y había conseguido anular al rival, Argentina obtenía el segundo gol y dejaba con las manos vacías a las holandesas. Antes de terminar la primera mitad, Argentina lograría alargar la ventaja. Soledad García robaba la pelota delante de mitad de cancha y lanzaba el ataque que terminaría en corner corto. Barrionuevo nuevamente marcaba la diferencia. Esta vez, tras la salida del corner, buscó la derecha de la arquera Engels y Argentina se encontraba con un 3-1 fenomenal. Tras el descanso, el segundo tiempo mostraba a una selección holandesa muy superior a las leonas. Controlaban la bocha y las acciones del partido. Presionaban con insistencia sobre campo argentino, quienes por momento defendían con todas sus jugadoras. Finalmente, en el minuto 21, Argentina se doblegó ante la presión holandesa. Maartje Goderie metía un bombazo cruzado para dejar sin chances a Succi, y Holanda se acercaba en el marcador, 2-3. Luego del gol, Argentina encontró el temple del campeón. Comenzó a controlar la bocha con inteligencia y a jugar con la desesperación de su rival. Holanda pudo empatar el partido, pero Argentina volvía a rematar de contra. Otro corner corto se presentaba en el camino argentino, y Noel Barrionuevo no tenía intenciones de dejar pasar la oportunidad. Noel la metió arriba, inatajable, y se convirtió con este gol en la goleadora del torneo, con 8 tantos. No quedaría tiempo para más. Luciana Aymar era elegida la mejor jugadora del torneo y las leonas mostraba una vez mas ante el mundo de lo que son capaces. Vencían al mejor equipo del mundo, Holanda, con claridad, repitiendo el resultado de la primera ronda, y dejando en claro quienes serán las que lucharan por el titulo del mundial de Rosario. Bien por las leonas, han demostrado que la renovación es posible, y con gran corazón se han llevado la merecida victoria. Ahora la mente estará puesta en Rosario, donde buscarán conseguir el titulo ante su gente. En lo que quedaba del torneo, Inglaterra ocupó el tercer puesto tras vencer a Alemania por 2-1, y Nueva Zelanda ocupó el quinto puesto, superando a China 4-3.