Día 28: Tercer y Cuarto Puesto

Uruguay 2 – 3 Alemania

El honor se disputaba en Sudáfrica entre dos equipos que debían demostrarse a sí mismos que no habían llegado tan lejos en vano. La obligación de disputar un partido por el tercer puesto, es una lucha mano a mano por no ser el peor de los cuatro mejores. Uruguay venia de luchar hasta el último segundo con un seleccionado holandés que supo aprovechar mejor sus opciones y no dejo demasiado espacio a su rival. Alemania venia de ser derrotado por España por la mínima, pero era superado con amplitud dentro del campo de juego. El choque prometía, al menos, buena predisposición de los protagonistas por buscar la victoria. Desde el comienzo del encuentro, la vertiginosidad se apoderaba del partido. Ese deseo de buscar la victoria y lo poco que había por perder, hacia que ambos equipos buscaran la victoria con más desenvolvimiento que en anteriores choques. Antes de los 10 minutos de juego, ambos equipos ya habían demostrado sus intenciones. Forlán lo tuvo primero y luego Friedrich estrelló un cabezazo en el travesaño. El juego se hacia luchadisimo en la mitad de la cancha, y los uruguayos recibían un respiro con las ausencias de Podolsky, Lahm y Klose. Sin embargo entre Schweinsteiger y Khedira se las ingeniaban para controlar al mediocampo uruguayo que no les daba respiro y por momentos el juego se trababa en la mitad de la cancha. Forlán era de lo más movedizo de Uruguay, pero Suarez y Cavani también complicaban a los centrales alemanes. A los 18 minutos, se abriría el marcador. Un disparo de Schweinsteiger era rechazado por Muslera y Thomas Muller tomaba el rebote y abría el marcador. Luego del gol, Uruguay no disminuyó la intensidad y comenzó a atacar con más frecuencia. Se hacía dueño del mediocampo y cada vez se acercaba con más peligro. Finalmente, en el minuto 28, Schweinsteiger dominaba en el mediocampo, pero Diego Pérez le quitaba la pelota con enorme categoría y habilitaba a Suarez para que el 9 charrúa habilitara a Cavani que ingresaba por izquierda y definía bajo y cruzado ante la salida de Butt para empatar el partido. Uruguay emparejaba las cosas y jugaba mejor en un partido dominado por el equilibrio. Antes de finalizar la primera mitad, Uruguay pudo pasar a ganar el partido con un gran contragolpe liderado por Suarez por la derecha, pero que fallaba definiendo cruzado y ancho ante los reclamos de Forlán que ingresaba libre por el medio. Finalizaba la primera mitad 1-1 pero con Uruguay mejor parado que su rival. El comienzo de la segunda mitad parecía ser una extensión del primer tiempo, con Uruguay parado al ataque y amenazando el arco alemán desde el primer minuto. A los 6 minutos de la etapa complementaria, Uruguay tendría su premio a la perseverancia. Una enorme jugada individual de Egidio Arévalo terminaría con un centro milimétrico desde la derecha para que Diego Forlán desplegara todo su talento y con una volea fenomenal, remataba de pique al piso al palo del arquero y ponía en ventaja a Uruguay, que soñaba con el tercer puesto. Todo parecía inclinarse para la celeste, pero lamentablemente esto no duró demasiado. Cinco minutos más tarde, un centro desde la derecha nos mostraba una muy mala salida de Muslera, para que Jansen pusiera la cabeza para empujar la pelota por detrás y empatara el partido. El arquero uruguayo estaba teniendo el partido más flojo del mundial y este error le costaba el empate a un equipo uruguayo, que merecía mucho más. Después del empate alemán, ambos equipos comenzaron a regalarnos uno de los mejores partidos de la copa del mundo. La verticalidad de ambos equipos hacía del mediocampo un mero filtro para mostrarnos las intenciones ofensivas de uno y de otro. Se metía con pasión, se marcaba con justeza y se atacaba con intensidad. Era una ida y vuelta interesantísimo en el que cualquiera de los dos equipos parecía poder encontrar la victoria. Alemania dejaba por momentos el orden táctico del que hicieron culto a lo largo del torneo, para volcarse al ataque con desesperación. Uruguay nos mostraba más de lo mismo, entrega y presión extremas para definirlo con categoría. La lluvia se hacía cada vez más intensa, lo que le aportaba un toque de dramatismo al desarrollo. Cuando quedaban 8 minutos para que terminara el tiempo regular, Alemania tenía un tiro de esquina a favor. Ozil ejecutaba el córner, el centro se hacia desprolijo dentro del área hasta que la pelota caía en la cabeza de Khedira quien cabeceaba desde el borde del área chica para que la pelota ingresara en el ángulo superior izquierdo del arquero, quien nada podía hacer para descolgar el cabezazo. Alemania pasaba a ganar el partido 3-2 y Uruguay miraba con frustración como se desvanecía tanto esfuerzo. En lo que quedaba del partido, Uruguay buscaría con insistencia la igualdad, pero Alemania ya estaba cómoda dentro de la cancha. Solo tendría una oportunidad mas, con un tiro libre desde el borde del área, especial para Forlán. El 10 uruguayo se perfiló y ejecutó con maestría, pero su disparo se estrelló en el travesaño y el árbitro pitaba el final. Se terminó el mundial para dos grandes equipos que nos ofrecieron un gran partido. Alemania termina en el tercer puesto luego de ofrecer grandes momentos de futbol a lo largo de todo el torneo, y solo sucumbieron ante el poderío español. Un gran mundial para ellos y un merecido podio. Uruguay termina en un cuarto puesto que tiene gusto a poco por el sacrificio demostrado, pero que debe ser tomado como plataforma para futuros éxitos. Merecieron más por la entrega y la voluntad que ofrecieron en cada partido. Pero solo perdieron con rivales que fueron tácticamente superiores, pero no sin antes hacer sufrir a cada uno de ellos. Un gran mundial de ambos seleccionados, y un más que digno encuentro por el tercer y cuarto puesto.