Y vos...¿quién sos?

Personajes futbolísticos

El analista político: Estos son los más entretenidos a la hora de tener una conversación futbolística. Se puede hablar con ellos durante horas sobre el seleccionado y sobre el mundial, pero se sorprenderán al descubrir que en ningún momento hablarán de futbol. Se encontrarán discutiendo la vida personal de algún jugador conflictivo, del DT y el presidente de la AFA, y sobre los personajes políticos que se rumoree rodean a la selección. Estos serán temas obligatorios, pero si en algún momento están cerca de hablar de futbol, será a la hora de discutir los peores momentos futbolísticos del equipo. En esta etapa se encontrarán con su peor pesadilla. El personaje con el que discutan repetirá incansablemente el discurso de los periodistas deportivos que usted mas aborrezca. Recomendación: vuelva a la política en el futbol o simplemente cambie de tema, se sorprenderá con qué facilidad puede irritarse hablando de futbol alguien que no tiene demasiado interés por el deporte.
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El anti-futbol: Si usted desea discutir del seleccionado, o su participación en el mundial, tenga mucho cuidado, su paciencia es extremadamente limitada. Odian el futbol, odian el mundial y todo lo que representa. No logran comprender como una persona racional encuentra entretenimiento en 22 paparulos corriendo detrás de una pelota. Si milagrosamente logra interactuar con uno de estos personajes, se encontrará en una posición muy engañosa. Usted hablará y hablará, y parecerá ser escuchado con atención. Recibirá respuestas como “claro”, “y si”, “ah mira vos”, “totalmente”, “aja”. No se deje engañar, no lo está escuchando, no lo escuchará, no entiende lo que le está diciendo y, lo más importante, ¡no le interesa! Puede darse media vuelta y finalizar la conversación, o puede aprovechar la situación y sentirse el periodista deportivo del año, creyendo que cada palabra que sale de su boca es más interesante que la anterior y que su “compañero” de charla, saldrá siendo un conocedor del tema. Si toma el segundo camino, tenga mucho cuidado, puede llevarlo a buscar repetir la experiencia con el serio riesgo de ser evitado de por vida.
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El falso periodista: En este rubro encontraremos a aquellas personas que estudian periodismo deportivo o que miran futbol desde que cumplieron un mes de vida. Es difícil hablar con ellos del tema. Les advierto que puede ser peligroso, tanto para ustedes como para ellos. Se encontrarán ante una persona que no tiene interés en su opinión. Una persona que creerá tener la verdad absoluta de todo lo que diga. Si se equivoca o no, no es importante, usted bajo ningún concepto sabrá mas que el. Si decide mantener una conversación con esta persona, deberá estar predispuesto a sentirse un alumno escuchando al jefe de cátedra. Escuchará frases como “sabes las veces que vi esto”, “tengo unos amigos que me pasan la data desde la AFA”, “esto mismo pasó en 1954…”, o conceptos como “off-side pasivo”, “mediocampista de contención”, “proyección”, “Schweinsteiger”. No tendrá posibilidades de ganar una discusión frente a uno de estos personajes. Si por una de esas casualidades logra presentarle argumentos demasiado sólidos para sus teorías profesionales, no se confíe, le cambiará de tema velozmente o le pondrá ejemplos que sucedieron hace 60 años y que serán incomprobables por usted. No se resista, si se metió en la discusión, no saldrá fácil, pero en cuanto pueda, escape, el falso periodista se sentirá Dios mientras usted lo escuche.
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El estafador: Atención, este es uno de los especímenes más peligrosos a la hora de mantener una conversación mundialista. Le hablará como si hubiera visto futbol durante toda su vida, intentará convencerlo repitiendo los argumentos que escucha en la televisión una y otra vez. Por momentos usted pensará que está hablando con un ex futbolista profesional, pero no se confunda. El estafador es una persona que desconoce completamente la esencia del deporte. Nunca lo ha practicado y nunca lo practicará. Repetirá como si fueran verdades absolutas lo que le ha dicho su padre o lo que ha escuchado de gente en quien confía. No espere demasiado de ellos, no entienden que el futbol es muchísimo más que un reglamento. Si mantiene una charla con uno de ellos, es probable que escuche frases como “no puede ser que no vea el off-side” (esta frase vendrá luego de ver la repetición 826 veces y establecer que estaba adelantado por 0,0000004 mm.), “Messi es un muerto”, “el gol fue culpa de la jabulani” (como si el otro equipo pateara otra pelota), “es todo culpa de las vuvuzelas” (¿el otro equipo no las escucha?). Lo único positivo de mantener una charla con estas personas es que sus posibilidades de convencerlos son medianamente altas, pero puedo asegurarle que si lo convence con argumentos, el estafador no tardará en incorporarlos a su repertorio como propios.
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La novia/esposa: Claramente, las mujeres ocupan un lugar importante durante un mundial. Son personas que, en su mayoría, solo miran futbol cada cuatro años. Suelen hacerlo con pasión, como si su vida dependiera de una victoria nacional. Sin embargo, solo serian plenamente felices si solo Argentina jugara el mundial. El hecho de que otros 31 equipos compartan la competencia y se enfrenten entre sí, crea en la mujer un sentimiento de frustración fulminante. No comprenden cómo es posible que un hombre nacido en Argentina pueda estar interesado en mirar un partido entre Argelia y Eslovenia. Su presencia durante los partidos supone un nivel de peligrosidad altísimo. Puede descolocarlo con frases como “que lastima que perdió Francia, el 8 estaba re bueno”, “¿en el entretiempo puedo cambiar?”, “¿Cómo va a escupir en la cancha?”, “pobre como le pegaron”, “cuando termine el partido, ¿me acompañas al supermercado?”. Tenga paciencia, no intentan irritarlo a propósito, lo hacen con la única intención de compartir el momento, aunque ese momento les sea totalmente extraño. Si decide hablar con ella sobre futbol, entienda una cosa: va a escucharlo, pero nunca va a entenderlo. Deberá limitar sus términos futbolísticos al mínimo, cualquier término desconocido por ella puede costarle horas de explicaciones inútiles. Aléjese del tema, intente repeler con una sonrisa sus increíbles comentarios y todo estará en orden. Le advierto, esta es una batalla que nunca podrá ganar, evítela.
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El veleta: Encontrará en su excursión por los canales deportivos, una diversidad de opiniones abrumadora. Escuchará declaraciones apasionadas y con extrema convicción. El derecho de estar frente a una cámara puede confundirlo y hacerle creer a usted, que quien habla tiene un derecho superior a ostentar la verdad. Tengo que advertirle que es muy probable que todo lo que escuche de algunos periodistas, es simplemente su discurso políticamente correcto. Luego del fracaso, usted se verá en una posición increíble. Verá como quienes usted admiraba, súbitamente cambian de opinión. No hablo de un simple cambio, es un salto de blanco a negro de un día para el otro. Usted no sabrá que creer. ¿Debe tomar la opinión actual e incorporarla en su razonamiento? ¿Debe quedarse con lo que escuchó de la misma persona unos días atrás? Mi consejo es que escuche atentamente, tome nota del personaje en cuestión y no vuelva a escucharlo. Tome postura propia, incorpore sus propios conocimientos y formule sus propios pensamientos. Estas personas no son de fiar, difícilmente logre mantener una conversación con ellos, se escudan en la impunidad de hablarle a un objeto inanimado. Pero si milagrosamente logra hablar con ellos, no crea que cambiará el mundo y le hará ver sus errores. En cuanto cuestione su discurso, la conversación habrá terminado. Lo único positivo que puede obtener de esta interacción es obtener recuerdos emocionantes de su infancia, cuando jugaba con sus compañeros al teléfono descompuesto. Recomendaría evitar escucharlos y evitar hablar con ellos, su influencia puede ser terrible, ese es un punto del que no hay retorno.
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Quedan muchos personajes mas por descubrir, esto recién es el comienzo de todo un mundo para explorar. La Neurona Deportiva irá en busca de mas personajes e irá mostrandoles los increibles personajes que nos rodean en un mundo invadido por el futbol.