Nadie puede negar que Uruguay sea una selección que no importa ni como llegue ni que expectativas presente, si clasifica para una Copa del Mundo, nadie puede darse el lujo de subestimarlos. Noventa minutos dentro de una cancha contra Uruguay en un mundial, puede ser la peor pesadilla para cualquier selección del mundo, incluso (y sobre todo), para las selecciones más poderosas. Es una selección que puede estar rodeada de los peores escándalos o sus jugadores pasando malos momentos individuales, pero en esos noventa minutos, serán un bloque de 11 eslabones intentando golpear (física, anímica y futbolísticamente) en cada momento a su rival. Y no podemos decir que Uruguay no tiene las armas para lograr las tres cosas. Llegado el caso, no dudarán en imponer su potencia física, empujada por esa garra enceguecedora y definitivamente no dudarían en sacar del partido con cualquier viveza sudamericana a cualquier rival que consideren peligroso. Y claro que siempre han tenido con qué hacer pasar malos momentos a cualquiera, con una calidad futbolística que no tiene nada que envidiar a los grandes campeones, de hecho, Uruguay puede considerarse uno de ellos, y lo es.
En el caso de Uruguay, parece querer acostumbrarnos a una simple filosofía de juego “sin sufrimiento no hay victoria” y nadie puede negar que en cada victoria de la selección charrúa hay una alta dosis de sufrimiento. Sin ir más lejos podemos analizar su clasificación a esta copa del mundo. En la eliminatoria Uruguay gano 6 partidos, empato 6 y perdió 6, clasificando para jugar el repechaje en el quinto puesto con solo 2 puntos de ventaja sobre el octavo. El repechaje no tuvo exactamente lo que llamamos piedad con los uruguayos, luego de una gran victoria de visitantes por 1-0, confiados fueron a jugar al Centenario y debieron luchar al borde del infarto hasta el final logrando empatar 1-1 con la audaz Costa Rica.
Las eliminatorias sudamericanas definitivamente no reflejan lo que el equipo uruguayo representa para el fútbol mundial. Quizás sea por eso que el campeón del mundo en 1930 y 1950, valora más que ningún otro país sus participaciones en el mundial y deja la vida en cada jugada porque solo ellos saben el sufrimiento que genera en un país tan futbolero, el duro transcurso de esos cuatro años si no logran clasificar.
Dejando de lado los buenos momentos transitorios que tienen algunas selecciones sudamericanas, yo creo que Uruguay viene inmediatamente después de Argentina y Brasil en el escalafón de nivel de la CONMEBOL. De hecho, sin ir más lejos podemos ver cuántas Copa América tiene cada selección en su poder y claramente separados del resto están estas tres selecciones. Uruguay ha jugado muchos menos mundiales de los que su historia lo obliga a jugar (10 de 18). De hecho de los últimos ocho mundiales, Uruguay solo participo de 3 (1986, 1990 y 2002).
Su última participación mundialista quizás tampoco fue benévola con Uruguay. Quizás, decir que las eliminatorias y los mundiales no son justos con la historia uruguaya seria pecar de ingenuo, y debería decir que Uruguay no es justo con su propia historia. Ni con su historia, ni con el futbol que es capaz de generar. No le falta futbol y no le falta garra, lo que le falta es encontrar la correcta combinación de esos dos atributos. En el 2002 luego de perder con Dinamarca y empatar en cero con Francia, definía su clasificación con Senegal. Ese partido fue realmente increíble. El futbol está lleno de historias épicas, de remontadas heroicas, de victorias que perduraran en la historia, como la victoria de Uruguay en 1950 con el famoso maracanazo. Detrás de esas historias hay un equipo, hay una actitud, pero sobre todo hay un momento que hace posible que sea recordado por siempre. Uruguay tuvo ese momento frente a Senegal, tuvo la posibilidad de hacer que se hablara durante mucho tiempo de ese partido. Es que Uruguay estaba perdiendo por 0-3 en el primer tiempo. Pero luego sus jugadores con el orgullo herido, salieron a matar a Senegal y con un despliegue conmovedor logro ponerse 3-3. Cualquiera que estaba viendo el partido, por más que el tercer gol de Uruguay fue en el minuto 88, cualquiera podía pensar que Uruguay iba a hacer el cuarto. Necesitaba ese cuarto gol para clasificar, y el enorme esfuerzo que hacían incluso hacían que uno realmente quisiera que Uruguay hiciera el gol. Cuando se moría el partido, en el primer minuto de descuento, a Richard Morales le quedo la pelota para cabecear, al lado del arco…y solo…y la tiro afuera. La imagen de Púa (DT de Uruguay) haciendo la mímica del cabezazo de Morales al mismo tiempo que el delantero impactaba, decía todo lo que era esa jugada para Uruguay. De ninguna manera hay que cargarle la culpa a Morales (autor del primer gol), ni tampoco hay que desmerecer a Senegal que hizo un mundial extremadamente satisfactorio, pero este partido (en mi opinión uno de los mejores del mundial) ha quedado en la historia como la enorme remontada uruguaya que no pudo ser.
Uruguay ha clasificado con el último suspiro, pero también todos sus rivales del grupo A, y por tradición y cualidades técnicas, creo que Uruguay tiene bastantes posibilidades de pasar en el grupo A, e incluso creo que podría terminar en la primera posición. Liderados por un brillante Diego Forlán, dependerán bastante de su desempeño para que sus aspiraciones no se desvanezcan en la nada. Pienso que hará un gran mundial y realmente espero que lo haga.
En el caso de Uruguay, parece querer acostumbrarnos a una simple filosofía de juego “sin sufrimiento no hay victoria” y nadie puede negar que en cada victoria de la selección charrúa hay una alta dosis de sufrimiento. Sin ir más lejos podemos analizar su clasificación a esta copa del mundo. En la eliminatoria Uruguay gano 6 partidos, empato 6 y perdió 6, clasificando para jugar el repechaje en el quinto puesto con solo 2 puntos de ventaja sobre el octavo. El repechaje no tuvo exactamente lo que llamamos piedad con los uruguayos, luego de una gran victoria de visitantes por 1-0, confiados fueron a jugar al Centenario y debieron luchar al borde del infarto hasta el final logrando empatar 1-1 con la audaz Costa Rica.
Las eliminatorias sudamericanas definitivamente no reflejan lo que el equipo uruguayo representa para el fútbol mundial. Quizás sea por eso que el campeón del mundo en 1930 y 1950, valora más que ningún otro país sus participaciones en el mundial y deja la vida en cada jugada porque solo ellos saben el sufrimiento que genera en un país tan futbolero, el duro transcurso de esos cuatro años si no logran clasificar.
Dejando de lado los buenos momentos transitorios que tienen algunas selecciones sudamericanas, yo creo que Uruguay viene inmediatamente después de Argentina y Brasil en el escalafón de nivel de la CONMEBOL. De hecho, sin ir más lejos podemos ver cuántas Copa América tiene cada selección en su poder y claramente separados del resto están estas tres selecciones. Uruguay ha jugado muchos menos mundiales de los que su historia lo obliga a jugar (10 de 18). De hecho de los últimos ocho mundiales, Uruguay solo participo de 3 (1986, 1990 y 2002).
Su última participación mundialista quizás tampoco fue benévola con Uruguay. Quizás, decir que las eliminatorias y los mundiales no son justos con la historia uruguaya seria pecar de ingenuo, y debería decir que Uruguay no es justo con su propia historia. Ni con su historia, ni con el futbol que es capaz de generar. No le falta futbol y no le falta garra, lo que le falta es encontrar la correcta combinación de esos dos atributos. En el 2002 luego de perder con Dinamarca y empatar en cero con Francia, definía su clasificación con Senegal. Ese partido fue realmente increíble. El futbol está lleno de historias épicas, de remontadas heroicas, de victorias que perduraran en la historia, como la victoria de Uruguay en 1950 con el famoso maracanazo. Detrás de esas historias hay un equipo, hay una actitud, pero sobre todo hay un momento que hace posible que sea recordado por siempre. Uruguay tuvo ese momento frente a Senegal, tuvo la posibilidad de hacer que se hablara durante mucho tiempo de ese partido. Es que Uruguay estaba perdiendo por 0-3 en el primer tiempo. Pero luego sus jugadores con el orgullo herido, salieron a matar a Senegal y con un despliegue conmovedor logro ponerse 3-3. Cualquiera que estaba viendo el partido, por más que el tercer gol de Uruguay fue en el minuto 88, cualquiera podía pensar que Uruguay iba a hacer el cuarto. Necesitaba ese cuarto gol para clasificar, y el enorme esfuerzo que hacían incluso hacían que uno realmente quisiera que Uruguay hiciera el gol. Cuando se moría el partido, en el primer minuto de descuento, a Richard Morales le quedo la pelota para cabecear, al lado del arco…y solo…y la tiro afuera. La imagen de Púa (DT de Uruguay) haciendo la mímica del cabezazo de Morales al mismo tiempo que el delantero impactaba, decía todo lo que era esa jugada para Uruguay. De ninguna manera hay que cargarle la culpa a Morales (autor del primer gol), ni tampoco hay que desmerecer a Senegal que hizo un mundial extremadamente satisfactorio, pero este partido (en mi opinión uno de los mejores del mundial) ha quedado en la historia como la enorme remontada uruguaya que no pudo ser.
Uruguay ha clasificado con el último suspiro, pero también todos sus rivales del grupo A, y por tradición y cualidades técnicas, creo que Uruguay tiene bastantes posibilidades de pasar en el grupo A, e incluso creo que podría terminar en la primera posición. Liderados por un brillante Diego Forlán, dependerán bastante de su desempeño para que sus aspiraciones no se desvanezcan en la nada. Pienso que hará un gran mundial y realmente espero que lo haga.
Los Uruguayos agradecidos, por fin un argentino que piensa
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