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domingo, 27 de junio de 2010

Día 17: Octavos de Final

Alemania 4 – 1 Inglaterra

Alemanes e ingleses no debieran enfrentarse en condiciones normales antes de una semifinal o una final de una copa del mundo, tanto por historia como por nivel futbolístico de cada seleccionado. Sin embargo las rarezas presentadas en la primera ronda de este campeonato llevaron a estos dos gigantes del futbol mundial a eliminarse mutuamente en octavos de final. Por lo mostrado anteriormente por ambos equipos, en los papeles todos esperábamos un partido luchadisimo, con cierta rudeza en la marca y sin demasiado vuelo técnico. Desde el comienzo del encuentro, las imprecisiones estaban a la orden del día. Ninguno de los dos equipos era demasiado claro en sus ideas ni en sus intenciones de atacar al rival. Parecían medirse mutuamente desde el primer segundo, estudiando las flaquezas del rival y la mejor forma de aprovecharlas. Alemania se mostraba como el equipo más claro a la hora de llegar a la meta rival, pero Inglaterra era el más ordenado a la hora de tener control de la pelota. El partido comenzaba a tomar intensidad y cierta emoción, no tanto por la calidad, sino por la intención de atacar de ambos lados. No pasaría demasiado hasta que la emoción se reflejara en el marcador, y en el minuto 20, Inglaterra comenzaría a pagar carísimo sus errores defensivos. Un saque desde el arco hecho por el alemán Neuer terminaría siendo una habilitación perfecta para Miroslav Klose, quien ante la permisividad de la marca y la petrificación del arquero David James, se arrojaba para impactar de derecha y poner a Alemania arriba en el marcador. Luego del gol quedaría en evidencia la posición adelantada del delantero. Luego del gol el partido entro en una vertiginosidad digna de sus protagonistas. No había precauciones validas ante semejante vocación de atacar desde ambos lados, aunque Alemania seria quien se llevaría el premio mayor. Inglaterra volvía a ser demasiado permisivo en defensa y una habilitación de Muller desde la derecha dejaba habilitado a Podolski quien, ante la marca infantil del arquero, definía de zurda y estiraba la ventaja alemana, 2-0. Pero las emociones no terminarían allí en esta primera mitad. Cinco minutos más tarde, un centro desde la derecha de Gerrard era impactado de cabeza por Upson que descontaba para Inglaterra, ante un arquero alemán que salía a pasear por el área mientras Inglaterra convertía. El partido se volvía cada vez más interesante y ambos seleccionados se atacaban incansablemente. Pero mucho más interesante hubiera sido el partido si entre el juez de línea y el árbitro hubieran podido reunir un par de ojos, luego de que un remate de Gerrard desde el borde del área impactaba en el travesaño e ingresaba un metro dentro del arco para luego picar hacia afuera. Todo el mundo lo vio, con excepción de la terna arbitral, por lo que Alemania se iba al entretiempo en ventaja por 2-1. En la segunda mitad, la selección inglesa salía decidida a conseguir el empate, y arriesgaba muchísimo al volcar su línea de medios al ataque, algo que podría haberle traído sus frutos ante disparos de Lampard y Milner, pero Inglaterra terminaría pagando carísimos los errores defensivos de una línea que, desde un primer momento, mostraba una ingenuidad que no es aceptable en este nivel. Alemania le haría notar demasiado claro esto a los ingleses. Los alemanes contraatacaban con una velocidad que los ingleses no podrían seguir, y con mas hombres de los que podían contener. En el minuto 67, un tiro libre peligroso para Inglaterra rebotaba en la barrera y Alemania salía en un vertiginoso ataque liderado por Schweinsteiger por la izquierda y, cerrándose hacia el medio, habilitaba a Muller que entraba libre por la derecha y fusilaba al arquero James, quien no tenía nada para hacer. Alemania era muchísimo más claro e incisivo que su rival y lo reflejaba en el resultado, 3-1. Y no tardarían demasiado en liquidar el encuentro. Tres minutos más tarde y nuevamente de contragolpe, esta vez liderado por Ozil, terminaba con un pase para la entrada solitaria nuevamente de Muller que ponía cifras definitivas al partido, 4-1 para Alemania. Lo que quedaba del encuentro mostraba a una selección inglesa que intentaba pero no podía entrar por ningún lado, aunque pudo haber acortado ventajas, pero no supo aprovechar las oportunidades que tuvo. Alemania se dedicó a controlar la pelota con inteligencia y no permitía que su rival hiciera demasiado para cambiar las cosas. Victoria para Alemania, quien ahora deberá enfrentarse ante la selección Argentina en un duelo que ya tiene su propia historia mundialista. Inglaterra deberá regresar a su país con la cabeza gacha, con nivel demasiado bajo y con errores que no son dignos de un seleccionado de su nivel.
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Argentina 3 – 1 México

Argentina llegaba al choque de octavos de final como favorito luego de obtener puntaje ideal en la fase de grupos, y mostrando altísimos niveles de juego, ante un rival que había demostrado demasiadas falencias en la primera fase, la mayoría de ellas, defensivas. Desde el comienzo del partido la selección argentina se mostró como un equipo paciente, decidido a tocar la pelota a lo ancho de la cancha antes de atacar a su rival. México por su parte, salió a la cancha decidido a sacar el máximo provecho de la velocidad de sus puntas y la habilidad de sus medios. En los primeros 20 minutos de juego, México tuvo las oportunidades más claras, con llegadas por ambos lados y peligrosos remates de Carlos Salcido que estrellaba la pelota en el travesaño y más tarde Andrés Guardado desviaba su remate a centímetros del palo derecho argentino. Argentina no lo estaba pasando muy bien, y el abrumador dominio sobre los rivales no era tal en este pasaje del partido. Pero la selección argentina sacó provecho de su principal carta ganadora, el poder de gol de sus delanteros, y en siete minutos dejó el partido prácticamente sentenciado. Primer por medio de Tevez, quien recibía un pase en profundidad que tapaba el arquero, rebote tomado por Messi que le devolvía una pelota para el cabezazo de Tevez que abría el marcador en una clarísima posición adelantada no sancionada por el árbitro. Siete minutos más tarde, un error del defensor Osorio, iba a ser pagado muy caro por México, ante un seleccionado argentino, que no perdona. Higuain tomó la pelota que rebataba en Osorio en el borde del área y en el minuto 33, se enfrentaba al arquero y con una pisada maradoniana dejaba al arquero en el camino y definía de zurda al arco vacío para poner a Argentina en ventaja por 2-0. En unos pocos minutos, el excelente plan de juego presentado por México, había sido severamente castigado por un error arbitral, y el olfato goleador de los delanteros argentinos. México no volvería a ser el mismo en esta primera mitad y el control del encuentro corría pura y exclusivamente por los pies de los jugadores argentinos. Con un control de balón categórico, sometía psicológicamente a un seleccionado mexicano que no sabía cómo responder ante las situaciones que el partido le estaba presentando. El primer tiempo se iría con ventaja de dos goles para Argentina y el desconcierto total para un seleccionado mexicano que nunca logró recoger los frutos de un dominio inicial abrumador. El comienzo de la etapa complementaria nos mostraba a un equipo mexicano que parecía recuperado del impacto y atacaba desde las bandas a una selección argentina que se defendía como podía y observaba uno y otra vez como los mexicanos no sabían definir los ataques que generaban. Cuando parecía que México estaba cerca de encontrar el camino correcto, Argentina liquidó el partido con un derechazo soberbio desde fuera del área por parte de Carlos Tevez, quien, a los siete del segundo tiempo la clavaba en el ángulo ante la inútil estirada del “conejo” Pérez para poner a Argentina en una inalcanzable ventaja de tres goles. El partido estaba liquidado y ambos equipos parecían ser consientes de ello. La selección argentina le prestó la pelota a México para que la frustración sea generada por ellos mismos al no saber finalizar las llegadas que tenían una y otra vez al área argentina. Solo chicharito Hernández pudo encontrar la claridad en el minuto 71 cuando logró darse vuelta dentro del área y clavar un zurdazo inatajable al ángulo superior izquierdo del arquero. Un gol mexicano que solo serviría para decorar un resultado, que ya estaba sentenciado, y que nunca corrió demasiado peligro para una selección argentina, que se dedico a hacer control de balón en lo que quedaba del partido y a anular los despliegues ofensivos propuestos por la desesperación mexicana. Final del partido y victoria para la selección argentina por 3-1. La selección mexicana queda así eliminada una vez más en octavos de final, instancia que solo logró superar disputando el torneo en su país. La selección argentina por su parte tendrá la oportunidad de vengar la dolorosa eliminación de cuartos de final a manos de su próximo rival, Alemania. Sera un partido por demás interesante para ver entre dos equipos que, hasta el momento, han sido los máximos anotadores en esta copa del mundo. Argentina deberá ajustar una vez más los errores defensivos o, al menos, reducir el margen de error al mínimo. La ambición ofensiva de la argentina sin embargo, podría llegar a ser suficiente para vencer a la selección alemana, siempre y cuando, ejerza una presión asfixiante sobre el mediocampo alemán. Sera un partido por demás interesante para observar.

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