Día 5:Nz-Evq/Po-Cmf/Bra-Cor

Nueva Zelanda 1 – 1 Eslovaquia

Antes de comenzar el primer encuentro de la jornada, la sensación generalizada en cuanto a este partido, es que nos encontrábamos ante una potencial repetición del Argelia-Eslovenia, el partido más aburrido en lo que va de la copa del mundo. Era una exageración insinuar semejante agravio a estos seleccionados, pero sin embargo, durante el transcurso del encuentro, nos han querido dar la razón por momentos. Nueva Zelanda llegaba al partido siendo considerado uno de los seleccionados más débiles del mundial. Eslovaquia, por su parte, pretendía debutar en la copa del mundo con la intención de obtener los tres puntos que le dieran alguna posibilidad de clasificar en el complicado Grupo F. Los eslovacos eran favoritos a pesar de ser el único seleccionado del mundial que hace su debut en esta competición. El partido comenzó como se suponía, Eslovaquia mostraba un poco más de aptitud que su rival para controlar el balón, pero sin embargo no tenía profundidad en sus ataques. Nueva Zelanda intentaba contrarrestar el control eslovaco con gran entusiasmo, corriendo todo lo que se movía. Por momentos el encuentro no tenia nada futbolístico para ofrecer al espectador, pero en cierta medida se compensaba con las ganas que tenían ambos equipos de intentar hacer algo. Alguna que otra ocasión para Eslovaquia aparecería en el primer tiempo, pero nada digno de cambiar el marcador. Los primeros 45 minutos se nos iban y el marcador quedaba en 0. El comienzo del segundo tiempo mostraba a una Eslovaquia más dispuesta a abrir el marcador, lo que conseguiría a los cinco minutos de la segunda etapa por medio de un gran cabezazo esquinado de Robert Vittek. Eslovaquia ganaba 1-0 y allí mismo parecía morir el partido. A partir del gol, la superioridad eslovaca se vio plasmada en el control de pelota que ejercía ante la indiferencia de un equipo neocelandés que no parecía tener demasiadas ganas de empatar el partido. De hecho, Nueva Zelanda tendría una sola oportunidad clara en todo el partido, y vaya si la aprovecharían. En la última jugada del partido y tras un centro desde la izquierda, Winston Reid conectaba un gran cabezazo inatacable para el arquero y marcaba el primer gol de la historia neozelandesa. Así finalizaba el encuentro, con un 1-1 que deja a ambos equipos con las manos bastante vacías, ya que, a pesar de igualar en puntos y en goles en el grupo, sus próximos rivales serán Italia y Paraguay, nada sencillo para el nivel futbolístico mostrado el día de hoy.

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Portugal 0 – 0 Costa de Marfil

Comenzaba el juego en el Grupo G y todos esperábamos que los mejores partidos del mundial finalmente aparecieran. No serian Portugal y Costa de Marfil los encargados de comenzar la fiesta. Un partido con grandes jugadores en cancha y un nivel de juego prometedor, era lo que todos esperábamos como amantes del futbol. Desde el comienzo del partido, Costa de Marfil paró dos líneas de cuatro para intentar contener el mediocampo de creación de Portugal y su nexo con los delanteros. El planteo fue todo un éxito. La selección portuguesa parecía perdida en un océano de camisetas naranjas. Cada vez que Portugal intentaba crear una acción ofensiva, Costa de Marfil aplicaba su rigurosa marca. La mejor posibilidad para Portugal fue un tiro de Cristiano Ronaldo desde muy lejos en el minuto 11 que fue a estrellarse contra el palo. Mas que esta jugada, Cristiano no pudo hacer mucho mas. Frustrado, tenia que bajar hasta la mitad de la cancha para intentar conseguir la pelota, mientras que Costa de Marfil intentaba aplicar su poderío físico sobre los jugadores portugueses, y esto hizo que Cristiano estuviera mas tiempo peleando con sus rivales que creando juego para su seleccionado. Costa de Marfil incluso mostraba alguna intención interesante para acercarse al arco portugués, pero no mucho mas pasaría en esta primera mitad. El segundo tiempo no fue mucho más auspicioso para la selección portuguesa, que, a priori, partía como favorita. Costa de Marfil comenzaba a llegar cada vez mas seguido al arco defendido por Eduardo, y cada vez con más peligro. De todas maneras, esto abrió algunos espacios en la cerrada defensa marfileña, y Portugal tuvo un poco mas de espacio para crear peligro. Por momentos el partido se hizo de un ida y vuelta interesante, pero ninguno de los dos lograba plasmar las posibilidades en el marcador. Sobre el final del encuentro, una selección portuguesa superada físicamente, debió replegarse en su campo durante los últimos minutos, en los cuales Costa de Marfil atacaba incesantemente y tuvo alguna posibilidad de llevarse los tres puntos en el pie del recientemente ingresado, Didier Drogba. El partido terminaba 0-0, con un resultado que no favorece a ninguno de los dos, pero los deja a ambos con posibilidades de clasificar, en una pelea, que al parecer, será entre ellos dos por un potencial segundo puesto.

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Brasil 2 – 1 Corea del Norte

No hay nadie que pueda decir que, antes de comenzar el partido, imaginaba un desarrollo como el que nos mostraron estos dos equipos, y mucho menos, este resultado. Brasil debutaba en la copa del mundo como gran favorito para ser campeón y ante un seleccionado que llega como uno de los más débiles del grupo y del torneo. El desarrollo del primer tiempo no nos mostraría ninguno de estos conceptos. Cinco defensores y cuatro mediocampistas en posición defensiva era el esquema que Corea del Norte presentaba para contrarrestar el poderío ofensivo de Brasil. Debemos decir que normalmente, Brasil podría con este sistema, pero su rendimiento en la primera mitad, dejaba bastante que desear. Si a esto le sumamos que los defensores coreanos estaban prácticamente pegados, formando una muralla, entonces no podemos pretender otro resultado que el que nos presento la primera mitad: 0-0. Brasil no hizo demasiado, pero a Corea no le sobraba mucho tampoco. Aburrido, sin ideas y con poca profundidad en el juego, así se iba la primera mitad del partido. La poca capacidad de Corea de contrarrestar los ataques brasileros nos hacían notar como una obviedad que la llegada del gol de Brasil era simplemente cuestión de tiempo. Y así fue, comenzada la segunda mitad, a los 10 minutos de juego, un gran pase en profundidad de Elano para el brillante desborde de Maicon, terminaba en el primer gol de Brasil luego de un gran remate del jugador del Inter que paso entre el arquero (que descuida bochornosamente el primer palo) y el palo. Brasil ganaba 1-0 y todo parecía abrirse para ellos. La defensa coreana comenzaba a fallar y la marca no era tan ajustada como el primer tiempo. Brasil dominaba todo y a los 75 minutos, llegaría el segundo para los brasileros, un gran pase en profundidad de Robinho y una precisa definición cruzada de Elano aumentaban la cuenta. Era partido liquidado para Brasil, que se dedicaba en los últimos minutos controlar el balón, con algún intento por las bandas para hacer el tercero. Pero Corea del Norte, fue a matar o morir en los últimos minutos del encuentro, y la valentía rendiría sus frutos. En el minuto 89, una interesante jugada colectiva deriva en un remate a matar de Ji Yun-Nam ante la salida de Julio Cesar. No habría tiempo para mas, y Brasil se llevaría tres puntos que, a pesar de tener una actuación flojísima, nunca dejo de merecer.