Día 19: Octavos de Final

Paraguay (5)0 – 0(3) Japón

El hecho de que Paraguay clasificara en el primer puesto del Grupo que compartió con Italia nos sorprendió a todos. Que esto significara que debía enfrentar a Japón en octavos de final, nos dejó un gusto medio extraño a los amantes del buen futbol. Con partidos terriblemente emocionantes como Alemania-Inglaterra o Brasil-Chile, que dos seleccionados de la categoría de Paraguay y de Japón se enfrentaran en octavos de final nos obligaba a predecir un choque, al menos, egoísta. Ninguno de los dos equipos había logrado en toda su historia clasificar a cuartos de final, pero desde que comenzó el encuentro, todos entendimos por que. Podría terminar aquí mismo la crónica y limitarme a decirles que el partido fue absolutamente tedioso, aburrido, y que Paraguay lo ganó por penales. No estaría faltando a la verdad y estaría omitiendo demasiado, pero sin embargo, con el riesgo de quedarme dormido acá mismo, vamos a ingresar en este partido. El planteo de ambos equipos desde el comienzo era de una falsa predisposición al ataque. Paraguay ponía abundantes delanteros, y Japón intentaba atacar con Okubo y Matsui, pero la realidad era que ninguno estaba dispuesto a arriesgar lo necesario para sacar ventaja. Ambos equipos se mostraban muy cautelosos de no liberar demasiados espacios para volcarse al ataque por miedo de que el rival pudiera marcarles. Ambos querían pasar a cuartos de final, pero ninguno de los dos parecía saber muy bien como lograrlo. La primera mitad tuvo pocas llegadas realmente peligrosas. Algún tiro de larga distancia japonés y algún cabezazo paraguayo, pero no mucho más que eso. Por momentos uno rogaba que alguno de los dos hiciera algún gol para que, al menos el que iba perdiendo, se volcara al ataque en busca del empate. El primer tiempo finalizaba con un 0-0 aburrido, y sin demasiadas promesas de mejorar en la segunda etapa. Etapa que comenzaba con alguna ocasión de peligro para Paraguay por medio un cabezazo de Cristian Riveros, pero nada pasaba, nada. Japón era el que llegaba con mas peligro, pero no lograba abrir el marcador y Paraguay amago un intento de para al equipo mas adelante con el ingreso de Haedo Valdez a los 15 de la segunda mitad. Intento fracasado. Paraguay seguía tocando la pelota en busca de espacios que Japón no le mostraba y Japón atacaba ante un seleccionado paraguayo que se cerraba en las líneas del fondo cuando era atacado. Sobre el final de los 90 minutos Japón intentó buscar la victoria para evitar ir a tiempo extra, pero no lo logró. Sin ideas y con propuestas futbolísticas pobrísimas, el partido terminaba 0-0 en el tiempo regular y el partido se iba al alargue. Los 30 minutos de tiempo suplementario se suponen que son para romper la igualdad, pero entre dos equipos que tuvieron miedo de atacar durante los 90 para no recibir goles, imagínense que en media hora de juego no iban a arriesgar demasiado. Fueron 30 minutos de castigo, que todos agradecimos cuando el arbitro finalizó el partido y nos mando a ver los penales para que de una vez por todas este partido terminara. En una instancia en que el que mejor ejecuta los penales gana, la selección paraguaya se mostró implacable. Para Paraguay convirtieron Barreto, Barrios, Riveros, Haedo Valdez y Cardozo, mientras que Japón encontró el gol por medio de Endo, Hasebe y Honda, mientras que Yuichi Komano estrelló su remate en el travesaño. Victoria paraguaya 5-3 en penales y pase por primera vez a los cuartos de final de una copa del mundo. Instancia en la que deberá medirse el próximo sábado ante la poderosa selección española. Debo decir que si Paraguay sigue jugando como lo hizo hoy, sus posibilidades de complicar a España son nulas, y su regreso a su país es inminente. Si seguirán aburriendo con un futbol tan mesquino como el de hoy, esperemos que su participación no pase mucho más allá del día sábado. Japón finaliza su participación en esta copa del mundo obteniendo el resultado que habían venido a buscar, aunque con el gustito amargo de haberse podido llevar un poco más.

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España 1 – 0 Portugal

España llegaba al choque de octavos de final con la obligación de mostrar una vez por todas y ante un rival de peso, por que pretende ser campeón del mundo. Por el lado de Portugal, con una primera fase bastante irregular, su mejor jugador, Cristiano Ronaldo, no había aparecido aun, y definitivamente necesitaba hacerlo si pretendían eliminar a la selección española. Desde el comienzo del partido España comenzó a mostrar un poco de ese juego al que nos tenía acostumbrados antes del comienzo del mundial. Con muy buen control de la pelota, con un mediocampo mostrando un gran nivel con Xavi, Busquets y Xavi Alonso, España dominaba las acciones al comienzo del partido y desde el primer minuto llegaba con peligro al arco defendido por Eduardo, con llegadas de Villa y Fernando Torres. España era mucho más que Portugal en la primera mitad y todo parecía indicar que conseguiría el primero en cualquier momento. Pero promediando la primera mitad España mostró un punto débil que sus futuros rivales deberían intentar explotar. Iniesta desaparecía del partido, no encontraba huecos en la defensa portuguesa para meter pases en profundidad y el juego español se iba volviendo cada vez más chato. Visto esto, Portugal decidió tomar cartas en el encuentro y, aprovechando la velocidad de sus laterales comenzó a llegar cada vez con más peligro al arco de Iker Casillas. Con centros, cabezazos y tiros de afuera del área, España pudo haber sufrido un gol sin ningún problema. Sin embargo superó esos momentos de angustia y todo volvía a la normalidad. España recuperaba el control de la pelota y en base a posesiones prolongadas trabajaba cada ataque como si se tratara de estrategia militar. Lo que quedaba de la primera mitad permitían a Xavi y a Villa seguir probando al arquero portugués que demostraba porque Portugal aun no había recibido ningún gol en el mundial. 0-0 terminaba la primera mitad pero con buen futbol pronosticado para el segundo tiempo. La segunda etapa comenzaba con una selección española que parecía aturdida y no se encontraba en el campo de juego. Portugal comenzó el segundo periodo con un poco mas de personalidad y con bastante poco creaba peligro a la defensa española. España necesitaba un cambio urgente, cambio que llegó con la salida de Fernando Torres (nuevamente una pobre actuación) y el ingreso de Fernando Llorente, jugador que ingresaba en la copa del mundo por primera vez. Recién ingresado Llorente llevaba peligro al arco de Eduardo y España comenzaba a animarse y adelantaba sus líneas. Villa estaba volviendo loco a Ricardo Costa que ya no sabia como hacer para frenar las gambetas del español. Así fue que en el minuto 63 llegaría el único gol del partido. Una gran jugada de Iniesta terminaba con un pase a Xavi, quien sin pensarlo dos veces habilitaba a Villa de taco para que el delantero español fallara en su primer remate pero convirtiera en el rebote para poner en ventaja a una selección española que, en el global del partido, era muchísimo mas que Portugal. El quinto gol de la selección española en el mundial y el cuarto de Villa, que alcanza la cima de la tabla de goleadores. Con este gol, el partido quedó virtualmente liquidado. España comenzó a jugar como mejor lo sabe hacer, controlando la pelota y no dejando jugar a su rival. Las posesiones se hacían cada vez mas largas y Portugal se desesperaba con el paso de los minutos. Sin demasiadas ideas en ataque y con un Cristiano Ronaldo que volvía a defraudar, Portugal no tenía demasiadas razones futbolísticas para llegar al empate. España prácticamente no volvió a recibir ataques claros de la selección portuguesa y solo quedaría tiempo para un codazo de Ricardo Costa que se iba expulsado a un minuto del final. El arbitro argentino Héctor Baldassi pitaba el final del partido y España se metía en cuartos de final de la copa del mundo eliminando así a Portugal. España deberá ahora enfrentar el cruce de cuartos ante Paraguay, rival que puede llegar a traerle algún problema si logra ordenarse como equipo y encontrar la identidad que tuvo por momentos. De cualquier otro modo, España tiene grandes posibilidades de alcanzar una semifinal por primera vez en su historia, y si juego como lo hizo en los segundos cuarenta y cinco minutos, entonces no tengamos dudas de que lo logrará. Portugal queda eliminado en una participación en la que nunca logró demostrar el verdadero potencial que tienen sus jugadores. Le falta muchísima personalidad como equipo para jugar este tipo de torneos, quizás, dentro de cuatro años, la historia sea otra, por ahora, a hacer las valijas y a volverse a Portugal.