Día 18: Octavos de Final

Holanda 2 – 1 Eslovaquia

Holanda había sido uno de los equipos más sólidos de la primera fase, y llegaba a octavos de final para enfrentar a uno de los más débiles de los clasificados para octavos de final. Eslovaquia llegaba luego de clasificar en el segundo puesto, tras vencer en el último encuentro a la selección italiana, pero sin dejar de ser un equipo joven, como lo demuestra su condición de debutante en esta competición. Como novedad en la selección holandesa encontrábamos que su mejor jugador, Arjen Robben, ingresaba al equipo titular por primera vez en el campeonato, luego de su lesión en la rodilla en los partidos preparatorios. Mucho se venia hablando de cómo se diferenciaba el estilo de la selección sin Robben, de la selección en la que el delantero del Bayer Munich llevaba los hilos del equipo. Desde que comenzó el encuentro estas diferencias se vieron claramente reflejadas por el conjunto naranja. La falta de conexión entre los mediocampistas y los delanteros se soluciono rápidamente con la calidad de Robben. Le dio muchísima mas vertiginosidad al ataque y en cada llegada Holanda parecía liquidar el partido. Su rival no ofrecía demasiada resistencia y los ataques holandeses se hacían cada vez más profundos. Sneijder y Robben hacían descalabros es la defensa eslovaca que de a poco se quedaba sin ideas para frenar los embates holandeses que era ampliamente superior. En el minuto 18, Arjen Robben aparecería con una gran jugada desde la izquierda y cerrándose, remataba desde el borde del área al primer palo del arquero para poner en justísima ventaja a su equipo. Holanda 1-0 Eslovaquia. Luego del gol, Holanda se tranquilizó y comenzó a regular los esfuerzos dentro de la cancha. Sin embargo Eslovaquia no conseguía terminar de aprovechar la tranquilidad holandesa y no llevaba demasiado peligro al área de los orange. Holanda por su lado pudo haber hecho algún que otro gol en lo que quedaba del primer tiempo, pero entre la relajación de sus delanteros y la tensión de los defensores, se anulaban mutuamente y todo quedaría igual al finalizar la primera mitad. Al comenzar la segunda mitad, Holanda se parecía mucho al equipo de la primera mitad, controlando la pelota desde la mitad de la cancha y apelando al talento de Robben para inclinar la balanza. Fue el mismo Robben quien tendría una posibilidad muy similar a la del gol para ampliar el marcador, pero la pelota se iba desviada. Luego del comienzo con superioridad holandesa, el partido entro en un emocionante equilibrio. Eslovaquia comenzó a animarse muchísimo mas y pudo haber llegado al empate con grandes jugadas de Stoch y Kucka. Pero seria uno de los goleadores del torneo, Robert Vittek, quien tendría la más clara. Tras una gran habilitación de Hamsik y ya sin Robben en la cancha, Vittek tuvo un mano a mano en gran posición para empatar el encuentro, pero tiró fuerte y a la posición del arquero, que tapaba el disparo para tranquilidad de los holandeses. Los naranjas habían sido muy superiores pero se encontraban ante la posibilidad de pagar muy caro los goles que estaba errando y se vio en la necesidad de cerrar el partido, lo que logró en el minuto 84, cuando tras una pésima salida del arquero, Kuyt recuperaba la pelota y asistía a Sneijder para que empujara la pelota ante un arco vacío. Holanda ganaba 2-0 y cerraba una victoria muy justa. Solo quedaría tiempo para que Robert Vittek alcanzara en la cima de los goleadores a Gonzalo Higuain cuando en la última del partido, cambiaba un penal por gol. 2-1 para Holanda, que conseguía un esperable pase a cuartos de final, donde deberá superar el mas duro escollo de este mundial, Brasil. Deberá recurrir a todo el talento de Robben y a la velocidad de sus puntas para batir a un equipo brasilero que viene en franco crecimiento. De cualquier forma, será un partido más que entretenido para observar. Eslovaquia por su parte, se une al grupo de eliminados, siendo definitivamente, uno de los equipos débiles de mejor actuación en este mundial. Felicitaciones para ellos.

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Brasil 3 – 0 Chile

Era interesante ver como Brasil seria capaz de responder ante un seleccionado chileno que había demostrado un interesante orden defensivo y una gran capacidad para crear situaciones de gol. Cuando el árbitro comenzó el encuentro, Chile se mostró mejor posicionado dentro de la cancha y todo parecía indicar que seria un partido por demás interesante. Brasil por su parte intentaba controlar la pelota desde la línea defensiva para luego apelar a la velocidad de sus laterales, que subían constantemente en busca de penetrar la defensa chilena. Chile mantenía un rígido posicionamiento defensivo que consistía en presionar asfixiantemente el avance brasilero desde la mitad de la cancha. Una presión que los defensores realizaron con brillante éxito. En cada oportunidad que un brasilero tomaba la pelota en campo chileno, dos jugadores lo presionaban y le quitaban la pelota sin falta. El planteo era impecable, pero como todo lo perfecto, rápidamente mostró su punto débil. Chile no tenía demasiados problemas para llegar a posición de ataque, pero increíblemente carecía de ideas para concluir sus propias situaciones. Beausejour por la izquierda estaba muy impreciso y se cansó de tirar centros ineficientes y de regalarle la pelota a sus rivales. Suazo estaba impreciso y no tenía la velocidad necesaria para jugar rápido las pelotas que recibía de espaldas y retornaba constantemente con pases a la mitad de la cancha. Mark González y Alexis Sánchez no aparecía y la creatividad chilena moría en tres cuartos de cancha. Esta es una situación que ante un seleccionado como el brasilero, se vuelve inaceptable. Con el pasar de los minutos Brasil comenzaba a aprovechar la inoperancia ofensiva de Chile y se lanzaba al ataque cada vez con más hombres. En una de las escaladas de Maicon vendría el primer gol de Brasil. Un tiro de esquina desde la izquierda en el minuto 34, permitía a Juan saltar en absoluta soledad en el corazón del área para poner en ventaja a Brasil en el primer error defensivo de Chile. Ir perdiendo ante Brasil luego de comenzar tácticamente en superioridad es durísimo para cualquier equipo, y Brasil es un seleccionado que nunca perdonará a un equipo caído anímicamente. Solo cuatro minutos le tomó a Brasil liquidar a su rival. Un contragolpe letal con sello brasilero liquidaba el partido. Robinho se llevaba la pelota en velocidad por la banda izquierda, metía un pase al medio para Kaka quien, sin parar la pelota, habilitó a Luis Fabiano entre los centrales chilenos para que el delantero encarara en soledad a Claudio Bravo, a quien eludió con categoría y definió de derecha al arco vacío. Brasil metía el segundo y las ilusiones chilenas caían abruptamente. El primer tiempo moría con un Chile intentando atacar pero fracasando constantemente y una velocidad brasilera para la contra que hacían temblar las rodillas de los defensores chilenos. Terminaba el primer tiempo con Brasil arriba 2-0 y mucha cancha para correr. La segunda mitad no cambiaria demasiado el panorama. Tello y Valdivia ingresaban para Chile en busca de una renovación de aires en ataque, pero el concepto continuaba siendo el mismo. Suazo seguía muy impreciso y Chile no lograba inquietar a Julio Cesar. Para colmo de males, a los 14 minutos del segundo tiempo, Brasil bailaba dentro del campo de juego, y un nuevo contraataque terminaría con un derechazo combado a colocar con gran categoría por parte de Robinho para que Brasil pusiera las cosas 3-0. A partir de acá, todo era frustración para el equipo chileno. Seguía atacando con la misma insistencia de la primera mitad, pero no hacia más que evidenciar la falta de capacidad técnica para definir una jugada. Las diferencias entre ambos equipos eran abismales. Jugando como lo estaban haciendo, solo en un mundo ficticio Chile podía complicar a Brasil. El concepto estaba, la idea se aplicaba en sus bases, pero la ejecución era pobrísima. La realidad era que Chile no estaba ni siquiera cerca de convertir un gol y Brasil se regodeaba de tranquilidad y lujos. El partido terminaría 3-0 a favor de Brasil solo porque así lo quiso la selección brasilera. Pudo haber hecho tantos goles como se hubiera propuesto ante una selección chilena que decaía a cada minuto. Así Brasil se convierte en el sexto clasificado para jugar los cuartos de final, instancia en la que deberá hacer frente al seleccionado holandés, seleccionado que, a priori, posee conceptos futbolísticos similares a los impuestos por el equipo de Dunga. Quizás Holanda para el equipo más adelante en la cancha, pero Brasil posee 11 jugadores con vocación de ataque que pueden hacer desequilibrar una defensa en cuestión de segundo. Veremos quien sale victorioso en un duelo que seguramente estará plagado de habilidad y velocidad.